Cada agosto, Cali se convierte en un epicentro cultural sin igual gracias al Festival de Música del Pacífico Petronio Álvarez, un encuentro que no solo celebra la música, sino que también exalta la memoria, la identidad y la fuerza viva de las comunidades afrocolombianas. El festival lleva el nombre de Petronio Álvarez Quintero, conocido como el “Rey del Currulao”, compositor chocoano que inmortalizó los ritmos del Pacífico y les dio voz más allá de su territorio natal. En su honor, desde 1996, la ciudad abre sus puertas para acoger a miles de visitantes que llegan a vibrar con marimbas, cununos, bombos, chirimías y cantos ancestrales.
Hoy, la Unidad Deportiva Alberto Galindo, conocida popularmente como la “Ciudadela Petronio”, se viste de gala y se transforma en un espacio donde la cultura palpita con intensidad. Allí convergen los sonidos, las danzas, la gastronomía, la moda afro, las bebidas tradicionales y las artesanías, en un mosaico que da cuenta de la riqueza del litoral Pacífico colombiano. Más que un festival, el Petronio es un símbolo de resistencia, de dignidad y de orgullo. A lo largo de sus ediciones se ha consolidado como el evento afro más importante de América Latina, recibiendo cada año a centenares de miles de asistentes, tanto nacionales como extranjeros, que encuentran en él un espacio de reconocimiento y unión.
El encanto del Petronio no está solo en los escenarios musicales. La gastronomía es otra de sus grandes protagonistas: desde el encocado de pescado hasta el tapao, pasando por bebidas típicas como el viche, el arrechón o el champús, cada plato y cada sorbo cuentan una historia transmitida de generación en generación. Del mismo modo, los talleres, conversatorios y desfiles de moda afro permiten que la experiencia vaya más allá de lo artístico, convirtiéndose en una escuela viva de cultura.
El Petronio Álvarez no es únicamente un festival: es un latido colectivo que mantiene viva la memoria de los pueblos del Pacífico, sus luchas, su espiritualidad y su inmensa capacidad de alegría. Es la prueba fehaciente de que la cultura no se fosiliza, sino que se reinventa y se expande, sin perder jamás sus raíces. En suma, el Petronio es la fiesta mayor del Pacífico en Cali, un lugar donde la música se confunde con la danza, el sabor con la memoria y donde cada visitante, local o foráneo, se lleva consigo un pedazo de esta herencia invaluable.