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Hoy Santiago de Cali, la capital del Valle y del sabor, cumple 489 años de historia y corazón. No hace falta gran protocolo para sentirlo: basta con caminar por sus calles, escuchar una marimba a lo lejos, o ver un grupo de niños bailando salsa en la esquina. Cali vibra, canta y sonríe… porque nació para eso.
Más que una fecha, el cumpleaños de Cali es una excusa para celebrar su gente: esa que madruga con empanada y ají, que saluda con un "¿todo bien, mi llave?", que no necesita mucho para armar una rumba ni razones para ayudar al vecino.
Porque el alma de Cali es su gente: artistas de calle, campeones de la vida, músicos, vendedores, abuelas sabias, jóvenes soñadores y barrios enteros que se convierten en poesía viva. Y junto a ellos, su cultura: la salsa que no descansa, el pacífico que resiste, los colores que gritan vida desde cada mural y las tradiciones que se heredan con orgullo.
Cali no es solo ciudad: es emoción, ritmo, sabor y resiliencia. Hoy le celebramos los años, pero todos los días le celebramos la vida.
¡Feliz cumpleaños, mi Cali bonita!
Que sigas siendo ese rincón del mundo donde el arte, la alegría y el barrio se abrazan sin pedir permiso.
